CARTA DEL DIRECTOR I

NUEVA JUNTA DE GOBIERNO
El pasado noviembre se constituyó la nueva Junta de Gobierno del Ilustre Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Cantabria. En primer lugar, hay que felicitar al flamante presidente don Alberto Ruiz-Capillas, que ha tomado las riendas de un proyecto ambicioso y complicado como el de dar el mayor prestigio y respeto posible a la profesión. La nueva junta de gobierno está liderada por el presidente más joven que ha tenido un colegio de administradores de fincas. Un presidente que irradia su entusiasmo y energía al resto de colaboradores, transmitiendo su ilusión y logrando mantener a su equipo motivado. Hay una cosa que destaca en los miembros electos: ilusión y ganas de trabajar. Puede parecer obvio, pero no sería la primera vez que encontramos un grupo directivo sin motivación en cualquier organización. Sin embargo, este grupo de administradores ha entrado con ganas de impulsar la profesión, de lograr una dignificación de los colegiados, un respeto por unos profesionales preparados que ejercen su trabajo en un entorno cada día más complejo.
Sin duda, dedicar nuestro tiempo, siempre insuficiente, en lugar de al trabajo de nuestros respectivos despachos a gestiones del Colegio, supone un sacrificio desinteresado y generoso por parte de todos los miembros de la Junta de Gobierno. ¿Por qué lo hacemos, entonces? Porque confiamos en colaborar en el logro en un beneficio indirecto y abstracto para todos los administradores de fincas colegiados. Buscamos conseguir un colectivo profesional, preparado, eficaz y eficiente, respetado y valorado.

VI JORNADAS DE TRABAJO DE JUNTAS DE GOBIERNO
Para estrenarse en sus nuevas funciones algunos miembros de la Junta de Gobierno del Colegio de Cantabria acudimos el pasado día 3 de febrero a las jornadas de trabajo del Consejo General de los Colegios Territoriales en Madrid. Se trata de un foro donde compartir experiencias y proyectos, homogeneizar la forma de trabajar en todos los colegios de España y ofrecer ideas que puedan ayudar al resto de compañeros. Es común el deseo de luchar por el respeto y dignidad de los administradores de fincas, de afianzar su formación como elemento distintivo contra los intrusos y saber comunicar a la sociedad las actividades y valores del Colegio. También el actuar con y frente a los distintos organismos y empresas en defensa de los intereses de las Comunidades de Propietarios.

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