ROTARY

¿Quiénes son los rotarios? ¿Por qué es tan poco conocida Rotary International en España? ¿Cómo el club más antiguo del mundo, con más de cien años de existencia y más de 1.200.000 socios en todo el planeta puede ser casi desconocido en nuestro país?

Y no es porque no tenga miembros ilustres. Algunos de los rotarios más famosos a nivel mundial son el astronauta Neil Armstrong, el alpinista Edmund Hillary, el inventor Thomas Alba Edison, Luciano Pavarotti, el escritor Thomas Mann, la cantante Beyoncé, John Fitzgerald Kennedy, Winston Churchill, Angela Merkel, el médico Charles Mayo, el juez Earl Warren, el cineasta Cecil B. De Mille, el científico Stephen Hawking, Claude Vuitton, el compositor Jean Sibelius, Walt Disney, el arquitecto Kiyoshi Seike, Kofi Annan o el rotario honorífico, el Papa Francisco.
Españoles destacados también hay, como José Mercé, José Mª Íñigo, Enrique García Candelas, Pedro López de Heredia o Josep Maria Dexeus. No por ello hay que menospreciar al rotario anónimo, los cientos de miles de voluntarios que carecen de renombre ilustre y dedican todo su esfuerzo a los proyectos de Rotary.

Nos encontramos con una Organización Internacional, un Club de Servicio integrado por los líderes profesionales de cada comunidad, que intentan promover acciones en beneficio de la humanidad, tanto a nivel local (PAN) como mundial (polio). Sus integrantes gozan de una gran solvencia personal y laboral.

Se trata de una organización apolítica y aconfesional y, no obstante, con buenas relaciones con las distintas iglesias y confesiones de cada país. No deja de ser curioso que haya sido siempre una de las más perseguidas por los regímenes dictatoriales, como los de Hitler, Stalin y Franco.

¿Cuál es su origen? Un abogado de Chicago, Paul Harris, en 1905 se unió a Silvester Schiele, negociante de carbón; Gustavus H. Loehr, ingeniero de minas, e Hiram E. Shorey, sastre. Cada semana se reunían en el despacho de uno de ellos, rotaban, de ahí el nombre que se dio a la organización: Rotary Club. Hoy es costumbre que se reúnan en un hotel, pues el espíritu es que Rotary no tenga locales propios. Los nuevos socios acceden por invitación de los miembros de un club y los cargos son anuales. Este ejercicio de transparencia llega al culmen al ser la única entidad privada cuyas cuentas son públicas.

El proyecto más emblemático de Rotary es la erradicación de la polio. Esta enfermedad que afecta al sistema nervioso estaba extendida a nivel mundial y en 1985 se diagnosticaban anualmente casi 1.250.000 nuevos casos en niños de todo el planeta. Hoy, gracias a las campañas de vacunación y erradicación de la enfermedad por parte de Rotary International, apenas son 396 y tan sólo se han dado en tres países: Afganistán, Nigeria y Pakistán.

DAR DE SÍ ANTES DE PENSAR EN SÍ

Parece una paradoja que sea la gente más ocupada y con más trabajo la que dedique su tiempo a labores filantrópicas. Pero en Estados Unidos tienen un refrán: If you want something done, ask a busy man (to do it). Y ésta es una de las claves de la generosidad de los rotarios: más que dinero entregan algo más valioso, su tiempo. Con tanto trabajo y responsabilidades, el compromiso rotario supone una vuelta de tuerca (¿de rueda rotaria?) en las apretadas agendas para sacar tiempo y dedicación de donde ya escasea.

Parece que hablar de ayudar a los demás, de sacrificar nuestro escaso tiempo para los otros, de regalar algo a los necesitados es cosa de misioneros, ONGs o filántropos. Así es, pero todos podemos aportar nuestra pequeña contribución con lo que sabemos, con nuestro esfuerzo, nuestro tiempo, nuestros contactos.

¿Por qué en Alemania hay 80.000 rotarios, en Italia 40.000, en Francia 30.000 y en Portugal 25.000 mientras en España tan sólo 4.500? Quizá los españoles sean más individualistas, menos dados al asociacionismo, eso dicen. En cambio, no se puede decir que no seamos generosos siendo el primer país a nivel mundial de donación y trasplante de órganos.

Las perspectivas de Rotary en España son buenas. Cada vez más españoles son conscientes de la gran labor humanitaria desarrollada por los rotarios y reciben más apoyo y reconocimiento. La crisis económica ha sensibilizado a todo el mundo de la necesidad de colaborar con el que lo está pasando mal, sea el vecino de al lado o un niño en Benin que no tiene hospital al que acudir. Más profesionales están dispuestos a dedicar sus esfuerzos por los demás.

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